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La ultra izquierda española ¿pacifista?

La ultraizquierda activa ante el ISIS el mismo pacifismo que impulsó en 1939 ante los nazis

La ultraizquierda votó contra la ayuda militar para combatir al ISIS


Ayer la ultraizquierda se lanzaba en tromba a culpar de los atentados a la OTAN, a las “guerras”, a Occidente, a Aznar e incluso a los hombres en general… Da la sensación de que todos tenemos la culpa de que unos fundamentalistas islámicos perpetren una masacre en París, menos los propios autores del atentado. En la misma línea, y siguiendo los pasos de su secretario general, que ayer culpaba a la OTAN de lo ocurrido, este sábado el Partido Comunista de España (PCE) ha publicado una nota en cuyo título se pregunta “cómo es posible que se haya llegado a esta situación de desprecio por la vida humana” (no, no es broma: esto lo dice un partido comunista). En dicha nota me encuentro con un párrafo que me resulta muy familiar, especialmente lo que señalo en negrita:


Hoy, más que nunca, expresamos nuestra firmeza en nuestras convicciones antiimperialistas, en nuestro rechazo a la OTAN y en nuestra posición antibelicista. El imperialismo y el capitalismo unidos están creando situaciones monstruosas de ataque a los derechos humanos y a la alimentación de un terrorismo inclasificable en su concepto pero no en su actuación desestabilizando las sociedades y alimentando a la extrema derecha, y el ataque físico a los y las refugiadas.”


Con el párrafo anterior el PCE se refiere a un atentado de un grupo yihadista que está asesinando a miles de personas en Oriente Medio de las formas más brutales. También hay que recordar que el año pasado España aprobó el envío de militares a Irak para adiestrar a su ejército contra la amenaza del ISIS: Izquierda Unida, la marca electoral del PCE, votó en contra.


En 1939 los comunistas promovieron el pacifismo ante la invasión nazi

Pero ¿es la primera vez que los comunistas se oponen a que una democracia utilice su fuerza militar para combatir a unos criminales que amenazan nuestra seguridad? Pues no. Tras la invasión nazi de Polonia, y poco antes de que la URSS se incorporase a esa agresión previamente pactada con Hitler, el 9 de septiembre de 1939 Georgi Dimitrov, secretario general de la III Internacional Comunista, dirigió estas instrucciones a la cúpula del Partido Comunista de Francia:


“La guerra actual es una guerra injusta imperialista provocada por la burguesía de todos los países beligerantes. La clase trabajadora, y en particular los partidos comunistas, no debería apoyar esta guerra. (…) El proletariado mundial no debe defender a la fascista Polonia. (…) La guerra ha cambiado completamente la ubicación: la vieja distinción entre Estados fascistas y los llamados democráticos ha perdido sentido político. Es necesario cambiar de táctica. En todos los países beligerantes, en esta etapa de la guerra, los comunistas deben declararse en contra de la guerra, dejar al descubierto su carácter imperialista, votar en contra de los créditos militares, informar a las masas de que la guerra traerá miseria y agravará las cadenas de la explotación.“


Siguiendo las consignas de Moscú, el 20 de septiembre el comité central del PCF aprobaba el manifiesto “Il faut faire la Paix” (Hace falta hacer la Paz), que afirmaba:


“Nosotros pensamos que podemos lograr una paz duradera y la seguridad francesa sin empujar a millones de nuestros hermanos a la muerte y sin hacer de Francia un vasto cementerio. La Paz, la Paz duradera, es el grito que se eleva desde las profundidades del País y los antihitlerianos más feroces saben que la política reaccionaria de los gobiernos de Londres y París sirve a Hitler en lugar de debilitarlo. La Paz es indispensable pensando en todos los que quieren que Francia sea independiente y no sea jamás esclavizada por Hitler, pero que no quieren que esté subordinada por los capitalistas ingleses.”

Como ya apunté aquí, estas instrucciones desactivaron toda resistencia comunista en los países ocupados por las fuerzas hitlerianas. La resistencia comunista en Francia no se activó hasta junio de 1941, tras la invasión nazi de la URSS y más de un año después de la invasión nazi de Francia. En el país más masacrado por los nazis, Polonia, la resistencia comunista no se activó con la Gwardia Ludowa hasta comienzos de 1942. Entre tanto, y especialmente en Francia, los comunistas se dedicaron a boicotear el esfuerzo bélico, facilitando la victoria nazi en 1940.


¿Debemos hacer con el ISIS lo mismo que con los piratas del Alakrana?


Las similitudes entre esas consignas de 1939 y las de la ultraizquierda actual son evidentes. Ya he señalado la posición del PCE. Habría que añadir que, tras rechazar unirse al Pacto Antiyihadista, Podemos propuso ayer la creación de un “Consejo de Paz”, sin explicar muy bien cómo un ingenuo pacifismo puede servir para detener a unos asesinos sanguinarios que están masacrando a multitud de personas. Hoy el ex JEMAD [Jefe del Estado Mayor de la Defensa] Julio Rodríguez, ahora alistado en Podemos, firma un artículo en El País en el que pide “un nuevo enfoque que supere la estrategia belicista que Bush bautizó como “guerra contra el Terror” y que no deja de revelarse como un estrepitoso fracaso.” El artículo es tan lamentable que sólo le faltó poner como modelo lo que él ordenó hacer con los piratas que secuestraron el Alakrana, a los que se dejó escapar pudiendo haberlos capturado.


El ISIS, crecido ante la política de repliegue ordenada por Obama


El ex JEMAD parece olvidar que los brutales atentados del 11-S fueron anteriores a esa Guerra contra el Terror: no es una guerra iniciada por Occidente, pero sí es una guerra que Occidente debe librar, porque renunciar a defendernos es lo mismo que rendirnos ante los terroristas y someternos a ellos. Además, hay que señalar que el auge del ISIS ha ido parejo a la retirada occidental de Irak y a la política de repliegue ordenada por Obama. Las muestras de debilidad de las democracia hacen fuertes a los terroristas. Sólo se puede derrotar a un ejército terrorista -el ISIS lo es: tiene docenas de miles de individuos armados en sus filas, utiliza armamento de guerra y está llevando a cabo ofensivas de conquista- mediante el empleo de una fuerza militar capaz de derrotarlo. Lo que no es eficaz es limitar esa fuerza a aviones y misiles, o incluso suprimir todo esfuerzo militar, que es lo que apoya la ultraizquierda si nos atenemos a sus posicionamientos parlamentarios.

Un tanque en manos del ISIS. ¿En serio creen que no deben emplearse fuerzas militares contra un grupo terrorista que usa tanques?


Una peligrosa coincidencia de intereses


No creo que la estrategia pacifista que ha activado la ultraizquierda responda a un pacto secreto con el yihadismo el estilo del firmado por la URSS y Alemania poco antes de la Segunda Guerra Mundial. Antes bien, estamos ante una peligrosa coincidencia de intereses. En 1939 nazis y comunistas unieron sus fuerzas para aplastar a Polonia y para desactivar toda resistencia a la ocupación nazi de Francia. La presión de unos y otros ya había hundido la República de Weimar seis años antes. Recordemos que de 241 cuestiones planteadas en el Reichstag y en el parlamento estatal de Prusia en 1929 y 1930, nazis y comunistas votaron juntos en el 70% de las ocasiones. Ambos movimientos totalitarios se oponían entonces, y ambos mediante el uso de la violencia, a la consolidación de la democracia en Alemania. Lamentablemente consiguieron acabar con ella. ¿Hemos olvidado la historia y nos arriesgamos a repetirla?

A día de hoy la ultraizquierda y el islamismo manifiestan un desprecio muy similar por Occidente. Con esto no quiero decir que la ultraizquierda apruebe los atentados yihadistas, pero cuando reparte culpas por doquier, como hemos visto, no lo hace por casualidad. Occidente es el depositario de una herencia histórica y cultural judeocristiana que detestan ambos por igual. En el caso de la ultraizquierda ese rechazo incluye al capitalismo y a la democracia liberal, que perviven tras el fracaso del comunismo en Europa. La prosperidad de Occidente no sólo es un recordatorio molesto del fracaso del socialismo real, sino que además es un entorno en el que el populismo es incapaz de arraigar. A su vez, el islamismo odia a una Europa que aún no se ha sometido a los dictados del Islam. Que el Islam sea profundamente teocrático y la ultraizquierda radicalmente laicista no han supuesto, hasta ahora, un impedimento para que haya coincidencias entre ambos: a modo de ejemplo, hace dos años Pablo Iglesias reconocía que se ha dejado instrumentalizar por Irán para desestabilizar España: “A los alemanes les interesaba poner un tren a Lenin para que desestabilizara Rusia. A los iranís les interesa que se difunda en América Latina y en España un discurso de izquierdas porque afecta a sus adversarios“, afirmó sin rodeos. ¿Cómo esperar que alguien así firme un Pacto Antiyihadista?


…y el autor de este artículo de opinión se pregunta: ¿se repite la coincidencia de intereses que motivó aquel pacifismo comunista en 1939?


“Imperialismo”. Es la consigna de la ultraizquierda para desactivar el combate contra el ISIS, una consigna que ya usó en 1939 contra otra amenaza que se cernía sobre Europa.


Demencial: un diputado de IU culpa a la OTAN de los atentados de París


“Imperialismo”. Es la consigna de la ultraizquierda para desactivar el combate contra el ISIS, una consigna que ya usó en 1939 contra otra amenaza que se cernía sobre Europa.

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