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Con todo respeto: tome Ud. nota, Sr. Presidente


(LA NACION) Marcha de los sindicatos contra políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri

foto: EFE David Fernández

Ha dicho su cuestionado ministro de Trabajo Sr. Triaca, acerca de la manifestación de ayer: "en cuatro meses nos piden cosas que no se hicieron en los últimos 12 años". Bien, esa petición era inevitable y ha ocurrido porque tenía que ocurrir. No se puede tirar siempre hacia un mismo lado: hacia el humilde y sufrido pueblo contribuyente, hacia aquellos qué, aún y teniendo trabajo (los que lo tienen, ya sea precario y mal pagado) o hacia los pensionistas y jubilados, que son los que han de correr siempre con todos los ajustes económicos, habidos y por haber, que su gobierno está aplicado de manera tajante, sistemática y siempre apuntando en una misma dirección.


Respondiendo a lo que ha dicho su ministro de que “en cuatro meses nos piden cosas que no se hicieron en los últimos 12 años", hay que decir, sin embargo, que si han tenido tiempo para deshacer “cosas” que sí se hicieron bien en los últimos doce años y que no todas fueron malas porque algo bien sí que harían ¿no es así, Sr. Presidente? Por ejemplo, las pensiones y algunos subsidios y ayudas a los más desfavorecidos, entre otras cuestiones de singular importancia.


Piense usted, Sr. Macri, que hay un 48,60 por ciento del electorado argentino que está esperando fagocitarlo (es una metáfora), si fracasa en sus tareas de gobierno, sobre todo en su política económica. Y piense también, Sr. Presidente de la República, que del exiguo 51,40 por ciento de los que le votaron en segunda vuelta quizás, a día de hoy, se lo pensarían dos veces antes de votarle de nuevo. Esa es una realidad que no hay que obviarla, Sr. Presidente.


Mire usted: ustedes entraron en el gobierno (los del PRO y, por ende, arrastrando a los de la alianza electoral Cambiemos) como “elefantes en una cacharrería” y ese “ruido escandaloso” ha producido una llamada de atención en el conjunto general del pueblo, votaran a su alianza electoral o no. Y no olvide que todas las alianzas electorales son efímeras. Basta con perjudicar los intereses políticos de unos partidos sobre los de los otros para que esas alianzas se diluyan y se conviertan de asociados políticos a acérrimos rivales lo que le pondría a Ud., y a su partido en el gobierno, en una situación muy delicada y con muy poco margen de maniobra. Pero eso Ud. ya lo sabe aunque parece que, a veces, se le olvide.


Por último, piense usted, Sr. Presidente, que están forzando a todo un pueblo a acarrear, siempre los mismos, con un ajuste (que si bien era necesario para salir del caos económico producido por el populismo demagógico del anterior ejecutivo), que está mermando muy significativamente el poder adquisitivo de una gran parte de la población. Que los salarios o pensiones y jubilaciones, en su gran mayoría, no llegan hasta el final del mes y eso ocurre un mes tras otro. Que la precariedad aumenta. Que los niveles de pobreza estructural suben día a día. En fin que cada día que pasa el pobre es más pobre y el rico más rico. ¿Han pensado ustedes, los políticos, en sobrevivir con un sueldo de 3 o 4.000 pesos mensuales? ¿Han barajado la posibilidad de disminuir sus abultados salarios en un 30, 40 o 50 %? ¿Han pensado gobernar por y para el pueblo? ¿Qué piensan hacer con los embargos e incautaciones judiciales producidas por la corrupción de quienes manejaron el destino del país a su antojo durante la “década ganada”? ¿Saldrá el pueblo beneficiado de todo ello (pues no será más que devolverle lo que le habían robado) o saldrán impunes los sinvergüenzas que lo hicieron posible (los encarcelados y los que todavía gozan de libertad)? El pueblo necesita, y quiere, respuestas antes que ajustes aunque, éstos, sean necesarios para salir del embrollo generado por la corrupción generalizada del anterior gobierno kirchnerista (las cosas por su nombre: al pan, pan y al vino, vino… guste o no guste).


Mírese, Sr. Macri, en el espejo que hoy en día es España, un pueblo dividido, partido en dos, incapaz de formar un gobierno estable que dirija su destino en lo universal ¿es eso lo que quiere usted para la Argentina? En principio hay que creer que no, pero demuéstrelo.


Le pide paciencia al pueblo y el pueblo la está teniendo… pero la paciencia viene con fecha de caducidad. Y usted lo sabe.


¡Piénselo, Sr. Macri!

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